Entrevista a Madredeus

«La saudade es una llave filosófica
para la salud mental y el bienestar»

Por Maurilio de Miguel

Aparecido en metropoli.com de El Mundo de España

Publicado el 2 de noviembre 2001
Día: 3 de noviembre.
Sala: Palacio de Congresos.
Dirección: Paseo de la Castellana, 99.
Precios: 3.500-3.800 pesetas.

Pedro Ayres Magalhaes a la guitarra sigue siendo el alma mater de Madredeus, buque insignia y exquisito de la música contemporánea portuguesa. Hablamos en esta entrevista con quien lo sostuvo contra viento y marea, frente a las deserciones y proyectos personales de algunos de sus integrantes iniciales. No en vano, Madredeus fue, desde los años 80, su propia propuesta acústica. Una banda de cuerda que, abanderada en la personal e inconfundible voz de su cantante Teresa Salgueiro, viene ahora a presentarnos Movimiento, su última entrega discográfica.

Pregunta. World music, new age, canción popular, vanguardia acústica... ¿Cómo prefieren que se defina su música?

Respuesta. Como música de cámara, dentro de la cual cultivamos la fantasía musical. Madredeus es un grupo hijo de la utopía de la música popular... Crea composiciones sofisticadas para exaltar el sonido de la guitarra y transmitirlo incluso a lugares donde, normalmente, no llega: iglesias y jardines, entre otros... Hacemos música ligera de transportar, pero con posibilidades de amplificación a cualquier espacio escénico y a cualquier público, pensada para el más exigente teatro y la intemperie, los viejos melómanos y los más jóvenes... En fin, estamos en las antípodas del modismo.

P. Pero en los años 90 surgieron varios grupos en su misma línea...

R. El éxito que entonces tuvimos no auguraba una moda, sino una larga carrera por delante.

P. ¿Hay mucho sentimiento religioso en sus composiciones?

R. Partimos de la ansiedad universal de conocimiento presente en todos los seres humanos, que acaba desembocando no en el dogma impuesto, sino en la idea genérica de Dios. Respondemos a un planteamiento de partida genéricamente cristiano, aunque lo nuestro está lejos de cualquier credo.

P. Y, sin embargo, no hace mucho tocaron para el Papa durante un concierto en el Vaticano...

R. Sí. Y lo hicimos gratuitamente para él, contribuyendo a la recaudación de fondos para la construcción de 50 iglesias en torno a Roma. Pero lo importante, para mí, fue la audiencia que nos concedió Juan Pablo II, una persona admirable desde el punto de vista cerebral.

P. ¿Y no es paradójico que también se decidieran a lanzar su mensaje casi místico en pleno bullicio del México DF, en un recital que tuvo lugar en su misma Plaza del Zócalo?

R. En México aún se cree en el poder de la poesía y el arte. Y se tiene un gran amor por la música. Allí te aplauden, incluso, arreglos de guitarra que pasan desapercibidos, cuando tocas, en otras partes del mundo. Y, al tercer acorde, comprenden al vuelo cuál es el sentimiento de lo que estás tocando. Después de llenar varias noches el teatro Metropolitano, se nos pidió que regaláramos un recital gratuito a la ciudad. De ahí los miles de personas respetuosas que nos escucharon en el Zócalo.

P. ¿También responden sus arpegios a la famosa saudade que predicó siempre el fado?

R. Sí. La saudade viene a ser una llave filosófica para la salud mental y el bienestar, evitando que las ausencias nos hagan sentirnos desamparados en la vida. Resulta difícil traducir el término saudade, porque no se trata de nostalgia o de melancolía a secas... Según el poeta Camoes, define un estado de «contentamiento descontento», muy nuestro y muy melódico.

P. Sueños, deseos, anhelos, esperanzas, tristezas... ¿Cuáles son los estados o sentimientos dominantes en las composiciones de Madredeus?

R. Tal como se enuncia en Anseio, el primer tema de Movimiento, el grupo busca su camino espiritual a través de la ansiedad intelectual y artística. Todo para lograr lo que se entiende por serenidad interior y equilibrio entre la emoción y la razón.
  

 

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